En primer lugar, mi más sentido pésame desde lo más profundo de mi corazón por la pérdida de otro angelito más, Vera.

Con lágrimas en los ojos y sin ser capaz de entender lo cruel e injusta que puede resultar la vida quiero, por descontado acompañar en el duelo a la familia, y no dejar de reconocer la grandeza humana y fortaleza de sus padres.

No puedo imaginar una pérdida así. Pero lo que si entiendo es el sentimiento que les mueve a donar sus órganos. A dar vida a otros pequeños. A su vez manteniendo “viva” a Vera.

No es fácil mientras aceptas la pérdida tomar una decisión así. Lo que demuestra su grandeza humana dando un ejemplo a la sociedad y, en mi opinión, ayudando a mover conciencias (tristemente el ser humano es egoísta y hasta que no sufre en sus carnes una tragedia muchas veces no es capaz de entender, de empatizar, de sacrificarse por otros)

Estoy segura que la vida de esos niños que Vera va a ayudar a mejorar o incluso a hacer realidad resulta el mejor regalo que pueden ofrecer en su nombre. Y la unión que mantendrán perdurará siempre.

Yo personalmente, soy donante de órganos, de médula ósea y, cuando nació lo más importante de mi vida, done las células madre de mi cordón umbilical. Por convicción. Porque creo que es lo que deberíamos hacer todos. Pero entiendo el derecho personal a decidir.

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#donavida

#veraeterna